Concediste una tregua al tiempo,
arrancando su continuidad.
Devolviste el calor a su cuerpo,
burlaste sus perseguidores
Latiste en sus manos llenas,
le diste vida en cada golpe.
Secaste las almas derramadas,
mientras soñabas con un mejor descanso.
Y él se pregunta porqué te irás...
Y él no sabe porqué te iras.
Convenciste a los tercos paganos,
volteaste de un soplido sus murallas,
te adueñaste de sus plegarias.
Rechazas y no rechazarás mas
Y él se pregunta porqué te iras...
Y él bien sabe que te irás.
Volcarás la vida por los ojos,
tomarás sus ropas, arrancando jirones de dudas.
Incitarás a tus pies con la mirada.
Pero lo que debió ser será,
y sonreiras al cruzar el puente.
Liberarás tu carga en el río,
dejarás caer su semblanza,
olvidarás sus preguntas llorozas
y te irás.
viernes, 14 de diciembre de 2007
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