Es cruel, no digan que no importa...
Cada mañana se puede pelear la batalla mas nimia, la mayoria de ellas perdida de antemano, pues ante el eterno empate, el que decide es el juez de la preconcepcion (igual exigimos pronto despacho). Porque, despues de todo, ¿hay algo que nos de mas seguridad que la rigidez de lo que no se puede cambiar?.
El combate permanente en su mente le daba seguridad de resolver en algun momento la intriga. Las victorias esporadicas se tornaban en indicios de estar en el buen camino. En realidad volvia al presente tan fugaz que era continuo pasado. Entonces escribio:
"La llama purpura se consume entre mis manos
destella orgullosa, incandescente entre mis manos
mantengo mis ojos cerrados, solo siento el calor
seguro de su presencia, aunque nadie vea lo que tengo
entre mis manos"
Vive y aprende, La gran mentira. Muere y simplifica. Morir, Renunciar, Pensar, Observar y Renacer en una Sintesis de todo.
El cayo en cuenta de que es el es su pasado, que debia reinventarlo segun su nueva y particular vision, pero para verlo como realmente sucedio, como lo veria una persona distinta a el.
Y la inestabilidad, y la ausencia del enemigo determinado, y la victoria sin lucha provoca miedo.
Pero hoy escribe:
"Siento una llama purpura entre mis manos...
la veo"
Y aunque le haga falta volver a morir, el amor todo lo logra. Todo lo que se necesita es amor.
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